En En el camino, Jack Kerouack narra:
-Mira, tío, aquel saxo alto de anoche LO tenía... Lo encontró y ya no lo soltó. Nunca he visto a un tipo que pudiera retenerlo tanto tiempo.
Yo quería saber qué significaba ese "LO". Dean se echó a reír.
-¡Bueno, tío! Me estás preguntando sobre imponderables... Verás, hay un tipo y todo el mundo estaba allí, ¿cierto? Le toca exponer lo que todos tienen dentro de la cabeza. Empieza el primer tema, después desarrolla las ideas, y la gente, sí, sí, y lo consigue, y entonces sigue su destino y tiene que tocar de acuerdo con ese destino. De repente, en algún momento en medio del tema lo coge... todos levantan la vista y se dan cuenta; le escuchan; él acelera y sigue. El tiempo se detiene. Lleba el espacio vacío con la sustancia de nuestras vidas, confesiones de sus entrañas, recuerdos de ideas, refundiciones de antiguos sonidos. Tiene que tocar cruzando puentes y volviendo, y lo hace con tan infinito sentimiento, con tan profunda exploración del alma a través del tema del momento que todo el mundo sabe que lo que importa no es el tema sino LO que ha cogido... -Dean no pudo continuar; sudaba al hablar de aquello.
Y Ferran Esteve (¡oh! entrevistado nº4 de VM en el número 5) rescata de internet las siguientes declaraciones del autor de cómic Daniel Clowes:
[sobre la "cultura underground"]
"Ni siquiera sé si todavía existe algo parecido. Todo lo que hace años se hubiese difundido solo entre 'los conocedores' ahora se difunde inmediatamente a una audiencia enorme. Antes tenías la emoción de encontrar esa voz verdaderamente original en un minicómic de algún tipo en Oklahoma, y ahora se tuitea por todas partes al instante e incluso mi madre puede conocerlo."
Y Enrique Jardiel Poncela escribe en Amor se escribe sin hache:
-¿Ves? -musitó Fermín con pena-. Abruma la falta de originalidad de la gente.
-Es que si todo el mundo fuera original, no sería original nadie -observó Zambombo.
Fermín emitió un silbido admirativo y exclamó:
-Lleva el coche un instante.
-¿Qué vas hacer?
-Voy a apuntar tu frase -replicó el chauffeur sacando el cuadernito de hule-. Acostumbro apuntar todo lo que puede tener interés para repetirlo.
-Los loros repiten sin necesidad de apuntarlo.
Fermín se dispuso a escribir mientras Zambombo llevaba el volante.
-¿Cómo dijiste? "Si todo el mundo fuese original...
-... no sería original nadie." Y puedes añadir: "Sólo sería original el que no fuese original".
El chauffeur volvió a silbar con admiración creciente y escribió con rapidez las dos frases.
Zambombo añadió todavía:
-Pero como se supone que todo el mundo sería original, no habría nadie que dejase de serlo.
El silbido de Fermín adquirió la intensidad de un escape de vapor y su lápiz se movió febrilmente para apuntar también la reflexión última de su amigo.
* * *
Ustedes mismos a juzgarse a sí mismos si son originales o no. Si lo tienen, lo quiere, lo tuvieron o lo desean. Si lo valen o no. L'Oréal.
La originalidad, ese concepto sobrevaloradísimo.
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